¿CONFLICTO EN CLÍNICA?

Según la Real Academia de la lengua; la definición de conflicto es:     conflicto. (Del lat. conflictus).

1. m. Combate, lucha, pelea. U. t. en sent. fig.

2. m. Enfrentamiento armado.

3. m. Apuro, situación desgraciada y de difícil salida.

4. m. Problema, cuestión, materia de discusión.

5. m. Psicol. Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos.

6. m. desus. Momento en que la batalla es más dura y violenta.

Si nos ceñimos a estas definiciones, es normal que se despierte rechazo, negación y miedo a la palabra CONFLICTO.

Constantemente en los diferentes medios de comunicación, películas, oímos la palabra conflicto y casi siempre es para referirse a situaciones bélicas, desencuentros políticos… 

El concepto lo tenemos así integrado, por ello somos proclives a comparar las situaciones y nos parece descabellado pensar que en nuestra clínica tengamos situaciones similares.

Quizás no sepamos transmitir que el conflicto en la vida es algo normal, que no hay vida sin conflicto, y que el conflicto en sí no es negativo, lo que si lo es, es no saber gestionarlo, pues puede tener consecuencias muy negativas.

Empecemos a querer al conflicto, a aceptarlo, porque bien gestionado nos va a ayudar a crecer, a ampliar nuestros puntos de vista, saber poner límites, valorarnos y en consecuencia, enriquecernos como personas.

Pero ¿Cómo gestiono un conflicto en mi clínica?

Para comenzar y aunque sea una obviedad, hay que decir que no es sencillo, ya que en los conflictos laborales median muchos factores, que en ocasiones están ocultos para la otra parte o para aquel que asume el papel de moderador. 

Lo básico para gestionar un conflicto laboral es sentarse a realizar un análisis exhaustivo del mismo;

De ello deberemos obtener como mínimo la siguiente información:

     Si el conflicto es operativo, es decir, por alguna tarea concreta, o si es personal, con lo que su resolución es aun peor.

     Quiénes son los protagonistas de dicho conflicto, tanto las personas que intervienen directa como indirectamente en el conflicto. 

     Cuáles son los objetivos de cada una de las partes implicadas.

     Cuáles son los intereses y necesidades de cada una de las partes. 


A partir de aquí, podemos, si queremos tomar el papel de moderadores, buscar más información :

El poder que tienen ambas partes en la propia clínica (escalón de la jerarquía) 

Las emociones y sentimientos implicados en el conflicto.

La percepción del problema que tiene cada protagonista.

Los estilos de afrontamiento que utilizan ante esta situación. 

Una de las mejores formas de gestionar un conflicto laboral, y en general en nuestra vida diaria, es a través de la mediación. Método en el que profundizaremos en próximos artículos, con el fin de daros pistas de cómo realizarlo correctamente. - 

Grupo Odontology Coach.

16 / 11 / 2015 COACHING DENTAL
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