Es vital contar en clínica con personas que disfruten y sean felices con lo que hacen porque esa alegría, puesta al servicio de otros compañeros y pacientes, es mucho más que un sentimiento; es una emoción que contagia. La alegría se refleja con la sonrisa, se transmite con la risa y se vive con el sentido del humor.
Alegría tiene el significado de "ANIMADO".
El que está animado, anima. El que está apagado apaga.
En un alto porcentaje, las personas con alegría están animadas frente a los desafios que les llegan y además no sólo están prepadas sino que lo hacen con placer, aprendiendo de cada reto.
La alegría nos habilita un estado mental diferente para afontar un reto, un cambio, además nos da alas para encontrar opciones, soluciones y nuevas alternativas sobre las que actuar.
El bienestar que aporta la alegría es un antídoto frente al "sindrome del mal rollo" que en ocasiones vemos en clínica por diversos y conocidos motivos.
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