Cómo corregir a un empleado sin desmotivarle

Uno de los momentos más complicados cuando tienes personas a cargo se da cuando tienes que regañar a alguien.

¿Sabes cómo hacerlo para convertirlo en algo positivo o simplemente te limitas a regañar?

Te damos algunos consejos para corregir a un miembro de tu equipo de una forma constructiva:

Antes de regañar.

• En primer lugar debes plantearte, ¿realmente es necesario regañar? En ocasiones se dan circunstancias que producen la necesidad emocional de una respuesta, pero es posible que lo sucedido no sea tan grave como para merecer una reprimenda. Piensa antes de actuar.
• Si es algo puntual, no regañes. Todo el mundo puede cometer un error y la clínica debe asumirlo como algo natural. Si es la primera vez que sucede y no es algo excesivamente grave, es mejor dejarlo pasar. Actúa solo si es un problema continuado.

Cómo abordar la charla.

• Si es necesario concretar un momento para la charla, esta deberá ser lo antes posible. Prolongarlo en el tiempo puede dar lugar a tensión en la plantilla.
• Aborda la charla en un momento en el que los ánimos del personal esté calmado. Será mucho más fácil para ti transmitir tus pensamientos y para ellos recibirlos.
• Nunca regañes a una persona en público. Si estimas necesario corregir a un miembro del equipo hazlo en privado, nunca delante del resto de compañeros y mucho menos delante de pacientes o personas ajenas a la clínica.
• Si regañas a todo el equipo, hazlo de forma general, nunca te centres en una persona o cuestión concreta.
• No generalices. Si se decide intervenir para corregir algo, habla solo sobre el error a corregir. Por ejemplo, puedes decir: “El cajón del instrumental está desordenado”, pero no: “está todo desordenado”.
• Lanzar indirectas sobre algo también es regañar. Si debes actuar para corregir algo, hazlo de forma clara. No debes pasar junto a las higienistas y decir: “Las cubetas no se limpian solas”, obtendrás mejor resultado reuniéndolas y diciendo: “Debemos establecer pautas para que las cubetas estén siempre limpias”.

Durante la charla.

• Cuida tus modales. En ningún momento debes menospreciar o insultar a un compañero, ni tampoco gritar. La persona o personas que te escuchan se centrarán en los malos modos y dejarán de prestar atención al mensaje.
• Céntrate en cómo corregir el problema. Insistir en el error solo servirá para amedrentar la autoestima de quien lo cometió. Centra la charla en qué hacer para que no vuelva a ocurrir.
• No menosprecies sus capacidades. El objetivo es corregir un error, no infravalorar a nadie. Por ejemplo, nunca digas:”Eres muy despistado”, si:”debes prestar más atención al realizar esta tarea”.
• No lleves la charla al terreno personal. Toda la conversación debe circunscribirse al ámbito de la clínica.
• Céntrate en sus habilidades positivas. Si debes regañar a un miembro del equipo, transmítele la mejora que quieres que se realice basándose en sus habilidades. Por ejemplo, en lugar de decir “Estás siendo muy seca al dar las citas”, mejor di:”Eres una persona muy agradable, sería genial que eso lo utilizaras al dar las citas”.
• Nunca amenazar con el despido. Si estimas que se debe prescindir de un miembro del equipo, hazlo, no lo demores (si lo has meditado de forma sosegada, claro), pero nunca lo amenaces con despedirlo. Solo conseguirás incrementar su estrés y es posible que aparezca apatía en su actitud.

Tú también te equivocas.

• Si te equivocas tú, admítelo y discúlpate. Tú también te equivocas, si ha sido el caso, admite el error y pide disculpas. Nunca le quites importancia y mucho menos vuelques tu responsabilidad sobre otro miembro del equipo.

Conclusiones.

Siempre que tengas que corregir a un miembro del equipo medítalo previamente, plantéate el tema a abordar y cómo hacerlo para que resulte constructivo, así te resultara mucho más fácil realizarlo y conseguirás que sea algo mucho más efectivo. Antes de regañar, hazte esta pregunta:

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