Cómo tratar un paciente con autismo

Tratar un paciente con autismo puede suponer un reto para cualquier odontólogo. Las características que presentan los pacientes con este trastorno suponen un  hándicap a la hora de ser atendidos.

El autismo

El autismo se considera el mayor desorden mental de la infancia y, según estudios realizados por autoridades europeas, afecta a uno de cada cien niños nacidos. Las personas que lo padecen, necesitan una gran atención, tanto de las personas más cercanas como de la sociedad en general, para poder desenvolverse en su vida diaria.

El autismo es un trastorno psicológico del desarrollo que afecta a la comunicación y la interacción social. Esta afección se caracteriza por patrones de comportamiento restringido y repetitivo y se suele mostrar en forma de concentración intensa de la persona que lo sufre y la pérdida progresiva de contacto con la realidad exterior.

Las personas que padecen trastorno del espectro autista, de manera general, son incapaces de iniciar una interacción con otra persona, presentando gran dificultad de asimilar el contenido de esta o la medida del tiempo de la misma.

En la mayoría de los casos, la persona que sufre autismo no es capaz de establecer contacto visual y se comunica solo por gestos, rara vez hacen preguntas y, si se consigue establecer una comunicación con ellos, esta se limita a órdenes sencillas y pequeñas negociaciones.

Cómo afecta el autismo a la salud bucal

Los pacientes con trastorno del espectro autista no presentan ninguna casuística dental específica. No obstante, merece la pena reseñar que, en el 50% de los casos, estos pacientes sufren bruxismo.

Pese a que el autismo no cursa con patologías dentales específicas, estos pacientes pueden sufrir múltiples afecciones médicas y precisar de atenciones especiales. Esto suele dar lugar a una menor atención a las necesidades del cuidado dental. Al mismo tiempo, algunos medicamentos que suelen administrarse para complicaciones asociadas a este trastorno (insomnio, ansiedad o déficit de atención) disminuyen la producción de saliva, lo que influye directamente en la aparición de caries. Además, algunos de estos medicamentos provocan cambios hormonales que afectan a las encías.

Tratar a un paciente con autismo.

Los pacientes con necesidades de aprendizaje especiales, entre los que se encuentran los que padecen trastorno del espectro autista, tienen las mismas necesidades odontológicas que cualquier otra persona, pero tratar a un paciente con autismo requiere, además de las habilidades técnicas normales, habilidades emocionales y empáticas concretas.

Es necesario tener presente que, normalmente, estos pacientes carecen de percepción sobre el hecho de estar sufriendo cualquier tipo de enfermedad y, por tanto, de la necesidad de que esta sea tratada. Este hecho, asociado a su dificultad para establecer interacciones sociales, complica la realización de cualquier tipo de tratamiento.

Una vez en gabinete, para tratar un paciente con autismo es necesario trabajar la interacción con él antes de proceder al tratamiento.

El primer paso, puede consistir en conseguir el contacto visual, que debe realizarse desde el instinto y la creatividad ya que cada paciente se comportará de una forma distinta, por lo que la paciencia y la experiencia se convierten en fundamental.

Una vez conseguido establecer por primera vez interacción con el paciente, es interesante recordarlo para futuras ocasiones, ya que es posible que repitiendo las mismas pautas resulte más sencilla su colaboración.

También es necesario tener en cuenta que estos pacientes pueden presentar ansiedad o miedo a ser atendidos por el odontólogo, hecho que puede dificultar su tratamiento. Para evitar estas circunstancias, sería necesario evitar un exceso de sensaciones durante su visita a la clínica, por lo que se debería de tratar en momentos en los que la clínica esté lo más tranquila posible, tanto en cantidad de pacientes como en trabajo interno.

Cabe mencionar, que a la hora de tratar pacientes con autismo, es importante prestar atención a las posibles lesiones que presente ya que, se deberían de distinguir entre autolesiones o lesiones causadas por otros factores.

Conclusiones

Tratar un paciente con síndrome del espectro autista supone un importante reto para el odontólogo debido, principalmente, al desconocimiento de la enfermedad y la inexistencia de pautas de comportamiento establecidas. Por ello, es de gran importancia trabajar con ellos la prevención y el cuidado bucal para evitar posibles complicaciones en la salud de su boca.

A pesar de las dificultades que presenta, en la mayoría de los casos, realizar estos tratamientos resulta una experiencia muy gratificante para el odontólogo.

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